no más marrón
en el oeste no se preocupaban por ti,así se comportaban.
como yo debiese.
y sólo los lingotitos, las puertitas, los vasotes,
la barrota, las bototas, me descontrolaban.
después del motor, nada igual.
después del dolor, a sanar.
y ahora mi desenfreno es un sonido agudo,
repetitivo
repetitivo
repetitivo
repetitivo.
incesante a veces.
un rosa frenesí que sabe a chicle y huele a neón.
no más marrón.
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